En diciembre pasado, el gobierno de Corea del Norte impuso una ley de “pensamiento anti-reaccionario” que impone estrictas multas y sentencias de prisión a cualquier persona en el país sorprendida disfrutando del entretenimiento de Corea del Sur o copiando la forma en que los surcoreanos hablan.
Según los informes, hasta el 28 de abril, más de 10.000 estudiantes norcoreanos se habían entregado a las autoridades por consumir K-dramas y películas y escuchar K-pop. No está claro qué programas estaban viendo, pero asumimos que el inmensamente popular Crash Landing On You, sobre una heredera surcoreana que se lanza en parapente a Corea del Norte y se enamora de un apuesto oficial del ejército allí, ¿es uno de ellos?
Según los informes, también se entregaron al gobierno 5.000 reproductores de DVD a cambio de una sentencia más leve.
Las autoridades norcoreanas han criticado los dramas surcoreanos como "insultantes".
Se dice que la ley del "pensamiento antirreaccionario" es el llamado de Kim Jong Un para elevar el nivel de los medios locales (y controlados por el estado) y también parte de su guerra contra las influencias externas.
Según los informes, el dictador odia el uso de términos como "oppa" y "dong-saeng", que significan "hermano mayor" y "hermana o hermano menor" respectivamente, para referirse a personas que no son parientes, como la forma en que los de Corea del Sur tienen la costumbre de haciendo.
Las medidas para quienes violan la ley incluyen una sentencia de 15 años en campos de trabajos forzados y multas para los padres cuyo hijo viola la prohibición.
Cualquiera que sea sorprendido importando material prohibido de Corea del Sur enfrenta cadena perpetua, mientras que quienes importen los mismos artículos de Estados Unidos o Japón podrían enfrentar la muerte.
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